sábado, 26 de octubre de 2013

MITOS Y VERDADES SOBRE LAS DIETAS


Mitos sobre dietas:
·         Para perder kilos es preciso pasar hambre.
·         Evitar el desayuno te hace consumir menos calorías al día
·         Saltarse comidas adelgaza
·         Lo mejor para adelgazar es hacer una sola comida al día.
·         Hacer dieta es comer todo hervido, como verdura y pescado hervido.
·         Comer pasta es incompatible con perder peso.
·         Tienes que cenar sólo fruta para perder peso.
·         Para perder peso puedes hacer una dieta en la que puedes comer todo lo que quieres, si no mezclas alimentos.
·         Comer por la noche engorda
·         Un jugo de pomelo o limón en ayunas quema las grasas
·         Saltarse comidas adelgaza
·         Lo mejor para adelgazar es hacer una sola comida al día.
·         Saltarse comidas adelgaza
·         Lo mejor para adelgazar es hacer una sola comida al día.
·         Las comidas de dieta son complicadas y trabajosas.
·         Todo lo natural es bueno para la salud: hay que evitar consumir productos de venta libre o televisiva que carecen de seriedad científica.Consultar siempre a un profesional.

Verdades sobre dietas
·         Hacer dieta es compatible con el disfrute de la comida.Cocciones como horno,asado o microondas son cocciones sabrosas y compatibles con la pérdida de peso.
·         No es necesario pasar hambre para perder peso, sólo hay que saber qué alimentos tomar: alimentos integrales, ricos en fibra, fruta…
·         Se puede perder peso sin dejar de tomar alimentos básicos como pan, pasta, legumbres. El suprimir estos alimentos hace que tengas más apetencia por el dulce.
·         Para mantener la pérdida de peso es importante hacer una dieta lo más variada posible, para que de ese modo no aparezca el apetito.
·         Se puede perder peso con la ayuda de algún suplemento indicado para  cada caso en particular.Consulta a un especialista.
·         Si planificas la compra semanal y lo haces con el estómago lleno, comprarás de manera más racional y menos compulsiva.
·         Comiendo varias veces al día, te ayudará a perder peso de manera efectiva y sin pasar hambre.
·         El comer bien es más barato que comer mal. Un ejemplo es lo que cuesta un kilo de arroz, legumbre, tomate, pescado congelado, pollo, pan, lechuga, zanahorias…
·         Los sustitutivos de comidas ayudan a saciar, son una ayuda nutricionalmente excelente y contribuyen en la pérdida de peso, en el marco de una dieta equilibrada e hipocalórica.
No comer mirando tv , ya que pierdes el control de lo que ingieres.
Conclusiones

Lejos de todo mito o creencia popular, la mejor manera de perder peso o mantener el peso adecuado, es aprender a convivir con la comida y con nuestro entorno.
Las buenas costumbres de 
nutrición y hábitos saludables deben mantenerse a lo largo de la vida y son las realmente únicas que nos ayudaran a lograr nuestros objetivos.


lunes, 14 de octubre de 2013

La fructosa añadida a los alimentos puede favorecer la acumulación de grasa

A pesar de la buena imagen de este carbohidrato natural, el consumo de productos edulcorados con fructosa (mermeladas, productos integrales,..) puede resultar muy engordante, no sólo por su contenido en calorías sino también porque es metabolizada de una forma diferente a otros carbohidratos, favoreciendo en gran medida la acumulación de grasa.
Según un estudio realizado en la Universidad de Cincinnati (Estados Unidos) y en el Instituto Alemán de Nutrición Humana, publicado en la revista Obesity Research, el consumo de fructosa favorece el almacenamiento de grasa en el cuerpo. La fructosa es uno de los edulcorantes más utilizados, especialmente en los refrescos.
Los investigadores hicieron tres grupos con sus animales de laboratorio. Uno bebió agua, otro agua con fructosa, y un tercero refrescos. Estos dos últimos aumentaron significativamente de peso (sobre todo, el grupo que tomó agua con fructosa), aunque disminuyeron la ingesta de calorías procedente de comida sólida. Midiendo la grasa corporal mediante resonancia magnética, comprobaron que el grupo que había consumido agua con fructosa tenía en torno a un 90 % más de grasa que el que había tomado sólo agua.
Segun Científicos
Según los científicos que han realizado las investigaciones, parece que el incremento de peso producido por la fructosa no se debe sólo a las calorías que aporta. Matthias Tschöp, responsable del estudio, indica que la fructosa afecta a la tasa metabólica, favoreciendo el almacenamiento de las grasas en el organismo.
En un estudio anterior realizado sobre personas, el mencionado investigador había comprobado que la fructosa producía alteraciones en ciertas hormonas que participan en la regulación del peso corporal (leptina, insulina y grelina) de una forma diferente a como lo hacen otros carbohidratos, como la glucosa.
A modo de conclusión, parece que la fructosa engorda más que otros edulcorantes a igualdad de calorías, por lo que sería conveniente, si estas investigaciones se confirman, sustituirla en refrescos, mermeladas y otros productos. De momento, como consumidores, no estaría de más que miráramos las etiquetas de los productos en el supermercado, para intentar evitarla. Y, en lo posible, que cambiáramos la costumbre de tomar refrescos a todas horas. Tomemos, simplemente, agua.

La fructosa es un monosacárido, unidad más simple de los denominados hidratos de carbono. Por tanto, se trata de un nutriente calórico que aporta, en concreto, 4 calorías por gramo. Se encuentra de modo natural en las frutas y también en la miel. Así mismo, es un componente básico de la sacarosa o azúcar común, precedente de la caña de azúcar o de la remolacha azucarera. Se comercializa granulado, al igual que la sacarosa, para poder ser utilizado como azúcar de mesa. También se emplea en productos para personas que tienen diabetes.
Ventajas de su consumo
  • Es natural.
  • Por su intenso sabor dulce, se requiere menos cantidad a la hora de endulzar los alimentos.
  • Se emplea en productos especiales para diabéticos, ya que tras su ingesta, no se producen elevaciones bruscas del azúcar en sangre.
Inconvenientes
  • Es cariogénico, es decir, puede provocar caries si no se mantiene una adecuada higiene buco-dental.
  • Es calórico, por lo que su consumo se ha de moderar al igual que lo ocurre con otros azúcares sencillos, en especial, en situaciones de sobrepeso u obesidad.
  • A dosis de más de 20 gramos como azúcar de mesa al día, tiende a elevar los niveles de triglicéridos sanguíneos, por lo que su empleo está desaconsejado en caso de hipertrigliceridemia.
Hay personas que sufren de intolerancia hereditaria a la fructosa, lo que se conoce con el nombre de fructosemia. En esta enfermedad, el consumo de cualquier fuente de fructosa, incluida la sacarosa, ocasiona hipoglucemia (niveles bajos de azúcar en sangre) y daño hepático progresivo, de no instaurar las medidas adecuadas.

jueves, 10 de octubre de 2013

OBESIDAD Y STRESS CRÓNICO


El estrés, un estado que parece inseparable del hombre moderno, puede tener consecuencias sumamente graves sobre la salud. Diversas investigaciones han demostrado que cuando se trata de una condición crónica, en muchos casos afecta la conducta alimentaria, y aumenta el riesgo de sobrepeso y obesidad. Y a su vez, ello incrementa la posibilidad de sufrir síndrome metabólico, un conjunto de enfermedades que van desde la diabetes hasta la hipertensión arterial y la hipercolesterolemia, con consecuencias potencialmente fatales.
Mientras el estrés agudo quita el apetito, en el caso del estrés crónico es diferente: se altera el eje hipotalámico, pituitario y adrenal (HPA), liberando grandes cantidades de cortisol, la hormona del estrés. Esto lleva a cambios en el comportamiento alimentario: aumenta la frecuencia de las comidas, la cantidad de calorías ingeridas a diario, la ingesta de hidratos de carbono y grasas, y se prefieren los alimentos más palatables (los más 'ricos' o agradables al paladar'), que son adictivos".
Se ha demostrado que "productos como las galletitas, los chocolates, y otros ricos en carbohidratos y grasas, causan el mismo efecto que la cocaína, las anfetaminas, la nicotina, el alcohol o la actividad sexual: aumentan la dopamina, una sustancia asociada al placer. La persona con dopamina baja debido al estrés crónico recibe una gratificación al ingerir esos alimentos, sube la dopamina transitoriamente, y necesita ingerir más".
Estos cambios en la alimentación "facilitan la aparición del síndrome metabólico, dado que debido a ciertos receptores del abdomen, la grasa se acumula de la cintura para arriba, en la 'panza' (lo que llamamos 'obesidad androide'), que aumenta el riesgo cardiovascular".
El insomnio que se genera habitualmente en el stress, además de generar un cambio en el ritmo del sueño, acarrea pérdida del autocontrol, una falsa subida de autoestima, cambios hormonales, modificaciones del humor (ansiedad, depresión), todos factores que actúan conjuntamente, provocando aumento del peso corporal", aseguró el especialista, para quien "las culpables principales podrían ser las hormonas".
Es que las señales de hambre en el cerebro están controladas por dos hormonas, grelina y leptina. La grelina le indica al cerebro cuándo es el momento de comer y la leptina le indica cuándo nos saciamos. "Cuando se tiene cansancio, los niveles de grelina en sangre aumentan y los de leptina bajan. Un estudio reciente mostró un aumento del 5% en peso corporal en personas que dormían menos de 3 horas por noche".
La propuesta para tratar la obesidad asociada al estrés crónico incluye "técnicas conductuales para manejar la ansiedad; relajación; actividad física, y herramientas que permiten modificar hábitos del paciente para que reaccione diferente ante la necesidad de comer determinadas cosas", señaló la Dra. Labanca, quien agregó que "finalmente se aspira llegar a lo cognitivo, a que el aprendizaje sea más profundo, incorporando pautas de vida saludables. Dado que el disconfort emocional lleva a comer inadecuadamente, apuntamos a promover una nueva actitud ante los desafíos cotidianos. Además, existen medicamentos y suplementos dietarios con efecto orgánico que favorecen el descenso de peso, y por consiguiente aumentan la motivación por continuar el tratamiento".